Tratamiento
El tratamiento de conducto puede completarse en 1 o 2 visitas e incluye los siguientes pasos:
- Preparación del diente: el dentista usa anestesia local para adormecer el diente y las porciones de encía circundante. Una pequeña lámina protectora llamada "protector dental" se usa posteriormente para aislar al diente y evitar que tenga contacto con la saliva durante el procedimiento.
- Limpieza del diente: se usa un torno para perforar un orificio de acceso en la cara superior del diente. Se usan instrumentos diminutos para limpiar la cavidad pulpar y los conductos radiculares antes de dar forma al espacio para introducir el relleno.
- Relleno del diente: se usa un material biocompatible, normalmente un material similar a la goma denominado gutapercha, para rellenar los conductos radiculares vacíos. Se agrega un cemento adhesivo para sellar los canales y, por lo general, se usa un relleno temporal para tapar la abertura.
- Encapsulado del diente: se retira el relleno temporal y se coloca una corona o revestimiento sobre el diente. Las piezas dentales posteriores que se usan para masticar (molares y premolares) son las que se encapsulan con mayor frecuencia que los dientes frontales.
Recuperación
Dado que a la mayoría de las personas se le aplica anestesia, el área donde se completó el tratamiento de conducto puede estar adormecida durante 2 a 4 horas después del procedimiento. Durante los primeros días es posible notar un poco de inflamación y sensibilidad.2
No obstante, un tratamiento de conducto no es más doloroso que un procedimiento dental regular. La mayoría de las personas puede volver al trabajo o a la escuela después de la cirugía, y los medicamentos recetados o de venta sin receta pueden ayudar a aliviar cualquier molestia.