Para empezar, es probable que su dentista o cirujano oral le anestesie las encías para que no sienta ningún dolor. A continuación, se utilizará un bisturí o un láser para cortar el tejido de la encía. Una vez finalizado el procedimiento, pueden colocarse vendas o un apósito médico sobre las encías para protegerlas mientras cicatrizan.
Puede tardar unos días en curarse, durante los cuales es posible que experimente dolor de mandíbula, sangrado e hinchazón. Esto es normal y puede utilizar hielo, una compresa fría o analgésicos de venta sin receta para aliviar el dolor.