El tipo de plan que elija determinará cuánto deberá pagar usted (y cuánto sus empleados) por las primas mensuales, además de fijar el monto que pagarán sus empleados por la atención. En términos generales, los planes con primas más bajas requieren que los afiliados paguen más por los servicios médicos antes de que inicie la cobertura del seguro (lo cual se denomina deducible). Los tres tipos de planes más comunes son:
Los planes de salud con deducibles altos (HDHP) tienen un deducible mayor, que se debe alcanzar antes de que el seguro comience. Suelen tener primas mensuales más bajas y pueden ser atractivos para grupos interesados en cobertura para catástrofes.
Planes de solo copago: estos planes no tienen deducibles para servicios en la red. Los empleados pagan un monto fijo en dólares (un copago) cuando reciben atención. El monto del copago se basa en los servicios; por ejemplo, una visita al médico puede tener un costo de $35, mientras que una visita a la sala de emergencias puede tener un costo de $200. Estos planes pueden ser atractivos para personas que quieren costos predecibles en su atención.
Planes tradicionales: estos planes se conforman con una combinación de copagos, deducibles y coaseguro. Los montos del deducible y copago suelen ser más bajos que los de otros planes, de manera que, normalmente, las primas son más altas.
La red de su plan determina cuáles son los médicos a los que usted y sus empleados pueden consultar. Si en un mismo plan difiere el tipo de red, los costos de la prima mensual pueden variar en gran medida. Las dos redes más comunes son:
Organizaciones de Proveedores Preferidos (PPO): están conformadas por un gran número de proveedores de servicios de salud y ofrecen la flexibilidad de recibir atención por parte de médicos y especialistas dentro y fuera de la red, además de permitir la visita a hospitales sin una remisión.
Redes limitadas: pueden reducir los costos de las primas porque ofrecen un grupo más pequeño de proveedores médicos. Estas redes suelen ser locales.
Las primas suelen compartirse entre el empleador y el empleado, y la manera en que se dividen la determina el empleador. Determinar el porcentaje de la prima mensual que se debe pagar es fundamental para que ciertos propietarios de pequeñas empresas puedan planificar con anticipación los gastos del seguro. Aquí hay dos enfoques comunes sobre costos compartidos:
Monto fijo de dinero: los empleadores pueden aportar el mismo monto en efectivo, por ejemplo, $500 al mes, para los beneficios de cada empleado. Luego, los empleados pagan el monto restante del costo. Esto permite predecir los costos.
Porcentaje: los empleadores pueden aportar el mismo porcentaje del costo, por ejemplo, 80% de las primas mensuales, para cada empleado, en cuyo caso el monto en efectivo variará.
Dependiendo de la compañía de seguros o del estado, es posible que los empleadores deban cubrir hasta un 50 por ciento de la prima en una cobertura solo para el empleado. Pregunte a su compañía o agente de seguros cuáles son las reglas que se aplican en su área. Aquí le ofrecemos cierta orientación sobre la cantidad de dinero que una empresa podría pagar.