Cómo usar los antibióticos con sentido común para contribuir a un mundo más saludable

Las bacterias, los microorganismos vivos que provocan las infecciones bacterianas, son el "enemigo" contra el que nuestro organismo lucha valiéndose de los antibióticos. Sin embargo, los antibióticos no siempre destruyen las bacterias tan fácilmente. Para combatirlas, los médicos y científicos desarrollan antibióticos más potentes. La potencia de estos medicamentos afecta al organismo, por lo que algunos de ellos deben administrarse mientras el paciente está internado. Incluso cuando se administra ese tipo de antibióticos, algunas bacterias no sucumben. Estas bacterias tan difíciles de combatir se denominan bacterias resistentes a los antibióticos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, en inglés), al menos 2 millón de personas contraen infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos y al menos 23,000 personas mueren al año como consecuencia directa de estas infecciones.1

Estas superbacterias, como se las llama algunas veces, son difíciles de combatir. Sin embargo, los médicos están recurriendo a una nueva estrategia que puede ser útil para disminuir su propagación. Los CDC instan a que los antibióticos se usen adecuadamente. Suena sencillo, pero cuando alguien tiene un virus, como el del resfrío o la gripe, los antibióticos no ayudan.

El concepto de que los antibióticos no siempre son efectivos contradice lo que piensa la mayoría de las personas respecto a estar enfermo. Usted consulta al médico, quien le receta una píldora y eso mejora sus síntomas. Pero lo cierto es que cuando se trata de un virus, por lo general la gente mejora sola. Por tal motivo, los CDC piden a los médicos que prescriban antibióticos únicamente cuando la infección a tratar sea bacteriana.

Cuando el medicamento adecuado se administra de la manera correcta, el resultado es notable. Pero en el caso de los antibióticos, el medicamento equivocado puede empeorar las cosas. Las bacterias resistentes a los medicamentos son un problema grave, acerca del cual los médicos intentan aprender. Las siguientes son algunas cuestiones que es importante conocer acerca de los antibióticos, para que pueda ayudar a reducir la propagación de estas superbacterias:

  1. Los antibióticos no curan virus comunes como el de la gripe o el resfrío. Es posible contraer una infección bacteriana después de una gripe o un resfrío, pero la mayoría de las personas que sufren una infección viral no necesitan antibióticos. Si se toman con mucha frecuencia, los antibióticos no resultan tan efectivos para combatir las bacterias contra las cuales actúan.
  2. La mayoría de las veces, la tos y las infecciones respiratorias son virales. Si su médico dice que no necesita antibióticos, alégrese; los antibióticos pueden causarle trastornos estomacales y reacciones alérgicas. Para sentirse mejor, pídale al médico que le indique cómo sobrellevar el malestar de la mejor manera posible.
  3. La mayoría de las infecciones de oído, senos paranasales y pulmones no requieren antibióticos. Para la mayor parte de los adultos y niños saludables que tienen una infección no contagiosa, los antibióticos no son sinónimo de una recuperación más rápida.
  4. Cuando tome antibióticos, hágalo de acuerdo con lo indicado por su médico. Una vez que empieza a sentirse mejor, es fácil olvidar que es necesario seguir tomándolos. Pero si no lo hace, es posible que la bacteria se vuelva resistente a los antibióticos. Para combatir la infección, debe tomar la dosis completa de antibióticos.
  5. Nunca tome antibióticos sin prescripción médica. Y si le sobraron antibióticos de la última vez que estuvo enfermo, deséchelos. En lugar de beneficiarlo, pueden hacerle daño.
  6. Lave sus manos para disminuir la propagación de las bacterias. Los CDC recomiendan que se lave las manos:
    • Antes, durante y después de la preparación de comida
    • Antes de comer
    • Después de ir al baño
    • Después de cambiar pañales o de asear a un niño que haya usado el inodoro
    • Antes y después de cuidar a una persona enferma
    • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
    • Después de tocar animales o de estar en contacto con desechos de animales
    • Después de tocar basura
    • Antes y después de curar una cortadura o herida

También debe lavarse con agua y jabón el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas, durante al menos 20 segundos. Tararee el "Feliz Cumpleaños" para calcular el tiempo fácilmente. Enjuáguese y séquese con una toalla limpia.

Cuando se enferme, visite al médico sin demora. Cuanto antes se haga ver, más rápido le indicarán el tratamiento a seguir y más rápido se repondrá. Los antibióticos son más efectivos cuando se toman dentro de las 72 horas de iniciada la infección, por lo cual el tiempo juega un papel fundamental.

Fuentes:

  1. "Antibiotic/Antimicrobial Resistance", Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, consultado por última vez el 18 de julio de 2018, https://www.cdc.gov/drugresistance/., abre en una ventana nueva

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