Opciones para el hogar y para una residencia
Los servicios para adultos que se quedan en sus casas incluyen colgantes con botón para respuesta ante emergencias, atención en el hogar y atención ambulatoria para adultos. Las opciones de atención residencial incluyen cuidado asistido, hogares de ancianos y centros para jubilados con cuidados constantes. Antes de analizar estas opciones, usted puede conocer más sobre cada una de ellas mediante el , abre en una ventana nueva
Antes de analizar las opciones
Hablar con los adultos mayores sobre sus necesidades de atención puede ser difícil, pero estar preparado para hablar puede hacer que esto sea más fácil. Antes de hablar, presente sus inquietudes a otros amigos o familiares que están cercanos a la situación. Esto puede darle otras perspectivas sobre lo que necesita su ser querido y puede ayudarle a crear un equipo de cuidadores. Antes de hablar sobre las opciones de cuidado, considere lo siguiente:
- ¿Hay un entorno donde usted y su ser querido se sientan más cómodos?
- ¿Hay una hora del día en que sea más fácil hablar? Por ejemplo, es posible que las tardes no sean un buen momento porque el ser querido puede estar cansado.
- ¿Hay una persona (o grupo de personas) con el que el anciano puede hablar mejor? ¿Es buena idea una charla grupal o una individual?
Mientras evalúa opciones
Durante la charla, sea abierto y honesto en cuanto a sus preocupaciones, pero hágale saber a la persona que lo que a usted le importa es su constante comodidad y seguridad. También tenga presente sus propias emociones y los desencadenantes que pueden generar que usted reaccione negativamente. La persona que recibe el cuidado probablemente sienta algo sobre esta situación. Es posible que la persona que cuida haya vivido durante muchos años sin la necesidad de tener ayuda y que no la quiera. Haga participar a la persona en la charla lo más que pueda; la clave es que todos se sientan escuchados.
Cuando la discusión no toma el rumbo deseado
Si las cosas no salen como tenía pensado, esté preparado. Es posible que la persona que cuida no quiera ningún tipo de ayuda; en ese caso, tendrá que llegar a un arreglo (en lugar de contratar a un asistente de atención en el hogar, el ser querido sólo acuerda llevar un colgante para respuestas ante emergencias). Es probable que tenga que hablar sobre este tema otra vez. Si ve que hay mucha resistencia, tenga presente pedirle ayuda a un médico o a un administrador de atención a personas mayores. Los sitios Web o los grupos de apoyo relacionados con los cuidadores también dan orientación y sugieren maneras para poder lidiar con la situación.