Aliméntese
Algunas personas pierden el interés por la comida cuando han sufrido una pérdida. Si es su caso, debe recordar que el cuerpo necesita alimentarse para poder funcionar, aunque usted no tenga hambre. Intente alimentarse de manera saludable tres veces al día. ¿Necesita compañía? Pídele a un amigo o a un familiar que acuda a su casa. ¿Se siente encerrado en la cocina? Llévese un sándwich y coma en un parque. ¿No tiene ganas de cocinar? Pida comida para llevar e su restaurante favorito.
Hable con sus familiares y amigos
Sus familiares y amigos se darán cuenta si les hace saber que desea hablar de su cónyuge o pareja. Por ejemplo, es posible que ellos no hablen de su pareja porque temen que usted se ponga triste. Pero hágales saber a sus familiares y amigos cuando necesita hablar. Esta es una forma maravillosa de sanar y mantener vivo el recuerdo de su pareja.
Conéctese con su comunidad religiosa o espiritual
Muchas personas se apoyan en la fe durante los momentos de dolor. Posiblemente logre encontrar consuelo al rezar, hablar con personas de una organización religiosa, leer textos espirituales o escuchar música inspiradora. Muchas organizaciones religiosas transmiten sus servicios en línea, si acaso prefiere escucharlos desde su casa.
No desatienda su salud y visite al médico
Usted debe cuidarse. Puede ser difícil, sobre todo si ha ido al consultorio médico junto con su pareja. Debería llamar al consultorio y contarle acerca de su pérdida. Si su pareja era quien le recordaba que tenía que acudir a sus citas o recoger sus medicamentos, asegúrese de pedirle todo lo que necesita a su médico para seguir adelante.
Consulte con un terapeuta especialista en duelo
Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento2, debe decirle al médico si tiene problemas para llevar a cabo las actividades diarias, como vestirse o preparar la comida. Puede recomendarle un terapeuta especialista en duelo para que le ayude a sobrellevar el dolor. También podría ayudarle recurrir a un grupo de apoyo para el duelo. Los grupos religiosos, hospitales locales, hogares de ancianos o funerarias pueden orientarle adónde acudir.
Organice su documentación legal y financiera
Puede parecer agobiante, especilamente si su pareja solía encargarse de esto. Pero ahora usted está a cargo. Si tiene un asesor financiero o contable, programe una cita para organizar sus asuntos. Hable con un abogado para que redacte un nuevo testamento o actualice su planificación de atención anticipada. Ponga todos los bienes (como la casa o el auto) a su nombre. Vea si necesita cambiar el seguro médico, de vida, del auto o de la propiedad.
Ante la pérdida de un cónyuge o pareja, uno puede sentirse perdido. Pero con el apoyo y el cuidado adecuados, puede empezar a reconstruir su vida y encontrar un nuevo rumbo.